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22 enero 2010

¿Queréis precios justos? ¡Que los pague Europa!

La encuesta encargada por la Junta de Andalucía al Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA), organismo dependiente del CSIC, sobre la intención de voto en esa comunidad, publicada el pasado día 15, arrojaba un 41,6% de los sufragios para el PSOE, 1'6 puntos por debajo del PP. Como explicación a la hipotética victoria de Javier Arenas, los socialistas rehúyen la autocrítica y responsabilizan exclusivamente a la crisis económica, como si ésta y sus consecuencias fueran inevitables.

Un 61,7% de encuestados desea un cambio de Gobierno en Andalucía, pero refrendado por las urnas, no al estilo hereditario. Los votantes de IU, con el 7,1%, tienen en su mano forzar al PSOE a ese cambio, construyendo un verdadero Gobierno de izquierdas que ponga límites a los desenfrenos capitalistas promovidos por los "socialistas": una política liberal que hace que muchos votantes de derechas no tengan reparos en votar al PSOE o volver al PP llegado el momento, como ahora, cuando Griñán perdería 7 puntos y 5 de ellos pasarían al PP.

No es extraño que el PSOE termine siempre satisfaciendo a su electorado más de derechas, porque es el que más teme perder, dado que esos votos irían a su máximo rival. Mientras, sus electores de izquierdas se topan con unos requisitos casi imposibles de cumplir para que sus Gobiernos se dignen a "trabajar con las multinacionales para que los precios se ajusten", como dice ahora que va a hacer el presidente de la Junta de Extremadura ... ¡POR FIN!

Así pues, para que el PSOE haga un mínimo esfuerzo (que veremos en qué queda) por conseguir precios justos para un sector del campo, el del tabaco en este caso, se ha tenido que apostar "de manera estratégica" por ese cultivo y, sólo así, se ha "hecho un esfuerzo" y se ha conseguido que la Comisión Europea habilitase, el pasado día 20, 140 millones de euros extras para el sector a través del Programa de Desarrollo Rural para el período 2010-2013.

Y sólo tras recibir más dinero es cuando ya se propone la Junta tratar del tema de los precios que la industria paga a los agricultores. Así pues, los demás sectores del campo que quieran una política verdaderamente socialista, que vayan estudiando el guión si quieren conseguir algo:

1º. Que la Junta declare un cultivo como fundamental para la región.
2º. Que la Junta quiera hacer el esfuerzo de ir a Europa.
. Que Europa dé el dinero.
4º. Y ahora, sí, a "trabajar con las multinacionales".

Ya lo dijo Willy Meyer, de Izquierda Unitaria en el Parlamento Europeo, a propósito de la comparecencia del día 20 del presidente Zapatero en el pleno: "El programa español es de continuidad. El sistema privilegia las rentas del capital, y se prima a las empresas por encima de los trabajadores".

Por cierto, que ese mismo día en que muchos hombres del campo andaban preguntándose por cuánto tiempo podrían seguir pagando el gasoil del tractor, el dinero público servía para pagar viaje, dietas y estancia en la Feria Internacional del Turismo de Madrid (FITUR) del presidente de la Junta y su Consejera de Cultura y Turismo (Leonor Flores, PSOE), el presidente de la Diputación de Cáceres (Juan Andrés Tovar, PSOE), el de la de Badajoz (Valentín Cortés, PSOE), la alcaldesa de Trujillo (Cristina Blázquez, PSOE, la que sustituyera en el cargo a José Antonio Redondo, condenado por conducir ebrio), 4 concejalas de Almendralejo (sí, 4, y del PSOE), el alcalde de Alcántara (PP), su concejal de Urbanismo y un agente de Desarrollo Local, Antonio Parral (alcalde de Medellín con los votos del PP) y su responsable de la Oficina de Turismo. Y alguno más habría amparándose en que al pueblo le gusta estar tranquilo en el sofá sin quejarse.

21-feb-2010: Una nota firmada por Paulino Luna, tabaquero y secretario comarcal del Partido Comunista del Campo Arañuelo, expone claramente que la Junta se sitúa nuevamente en el lado contrario a los agricultores: las nuevas medidas aprobadas para supuestamente apoyar al sector tabaquero "están elaboradas por el peor enemigo que tiene el campo [... las ayudas se han sacado] en el peor momento [...] cuando las empresas todavía no han puesto precio al tabaco de campaña, con el objetivo de que la empresa lo tenga en cuenta y pueda ahorrarse dinero a la hora de pagar".

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