Ya sabemos que el PSOE tiene entre sus deberes pendientes el de permitir la libertad de opinión, y buena cuenta de ello la da el que en los últimos días han prohibido que se siga haciendo megafonía anunciando la Marcha contra el Paro que irá de Torremejía a Mérida el domingo 31, finalmente, por la carretera antigua. También vetaron la participación de la Coordinadora Frente a la Crisis de Extremadura, organizadora de la marcha, en el programa ECOS de Canal Extremadura. Evidentemente, no desean que la gente luche ni que cunda el ejemplo de la movilización. Por eso es más importante que nunca que recordemos a todos nuestros contactos la celebración de la Marcha.
Otros deberes pendientes para los que dicen ser "socialistas" los han puesto de manifiesto Daniel Cohn-Bendit, copresidente de los Verdes en el Parlamento Europeo, y Raül Romeva, eurodiputado elegido en la candidatura de IU-ICV, que demandan, como tarea de la presidencia española de la UE, y en beneficio de unas cuentas públicas que soportan la presión de los planes de estímulo y la protección social, una fiscalidad basada en el principio de "quien contamina, paga", y así "se desincentivará la inversión en políticas contaminantes y se potenciarán las limpias".
Todo esto caerá en saco roto si tenemos en cuenta que en España y Extremadura no sólo no se desincentiva la inversión en políticas contaminantes, sino que ésta se incrementa, con el perjuicio añadido de la dependencia energética de países nada democráticos a los que nos vemos obligados a seguir "haciendo la pelota".
El portavoz extremeño de Los Verdes, Paco Folguera, dijo ayer en rueda de prensa que "el más pequeño" de los proyectos de centrales térmicas de ciclo combinado en la Comarca de Mérida, el de La Zarza, a 3 km de la zona de protección del balneario romano de Alange -otra térmica en esta localidad se situaría a sólo 200 metros de dicha zona-, emitirá 1,1 millones de toneladas de CO2 al año, además de aumentar en un 12% las emisiones de gases de efecto invernadero. Sobre la refinería dijo que, cada barril de petróleo que llega de Venezuela, se aprovecha "como máximo" el 15%; el resto es "contaminación para Extremadura".
"La recuperación debe basarse", continúan los europarlamentarios, "en sectores respetuosos con el medio ambiente [...] fomentando sectores de alto valor añadido y con ocupación de calidad", lo que contrasta con la denegación de los 22 proyectos de parques eólicos en la región por parte del gobierno central, siendo Extremadura la única región en la que ninguno de los proyectos presentados ha entrado en la preasignación que garantiza las primas para hacer rentables las inversiones. Es cierto que el decreto publicado en 2005 para regular la instalación de parques eólicos en la región puede generar más de 10.000 empleos, pero lo que está en el papel hay que llevarlo a la práctica, Sr. Vara, y luego ya, si es menester, nos colgamos las medallas.
También evitaríamos muchos parados si en lugar de ponerse medallitas, el PSOE se dedicara a acelerar la puesta en marcha del Acuerdo para el Desarrollo Energético firmado con los agentes sociales, que parece ser permitirá que más del 30% del consumo sea abastecido por energía limpia, equivaliendo la potencia instalada en fotovoltaica y termosolar a la de un reactor de la central nuclear de Almaraz. De esta forma no habría lugar a polémicas sobre la ubicación de cementerios nucleares.
El pasado día 20, Vara indicó, en la inauguración de unas Jornadas del Clúster de la Energía de Extremadura, sobre las Energías Renovables, que el sector debe absorber los 40.000 empleos que ha destruido la crisis, pero... ¿tendrán que esperar estos 40.000 los 5 años de inacción que llevan esperando los 10.000 puestos de trabajo de la energía eólica?
¿Es posible estar tan mal dirigidos como para seguir en el furgón de cola con todo el potencial que albergamos? Recursos naturales -sol, viento-, empresas competitivas capaces de producir en toda la cadena de valor, un clúster... según reconoció en el mismo acto el propio director general de Energía y Minas, Antonio Hernández.
Otros deberes pendientes para los que dicen ser "socialistas" los han puesto de manifiesto Daniel Cohn-Bendit, copresidente de los Verdes en el Parlamento Europeo, y Raül Romeva, eurodiputado elegido en la candidatura de IU-ICV, que demandan, como tarea de la presidencia española de la UE, y en beneficio de unas cuentas públicas que soportan la presión de los planes de estímulo y la protección social, una fiscalidad basada en el principio de "quien contamina, paga", y así "se desincentivará la inversión en políticas contaminantes y se potenciarán las limpias".
Todo esto caerá en saco roto si tenemos en cuenta que en España y Extremadura no sólo no se desincentiva la inversión en políticas contaminantes, sino que ésta se incrementa, con el perjuicio añadido de la dependencia energética de países nada democráticos a los que nos vemos obligados a seguir "haciendo la pelota".
El portavoz extremeño de Los Verdes, Paco Folguera, dijo ayer en rueda de prensa que "el más pequeño" de los proyectos de centrales térmicas de ciclo combinado en la Comarca de Mérida, el de La Zarza, a 3 km de la zona de protección del balneario romano de Alange -otra térmica en esta localidad se situaría a sólo 200 metros de dicha zona-, emitirá 1,1 millones de toneladas de CO2 al año, además de aumentar en un 12% las emisiones de gases de efecto invernadero. Sobre la refinería dijo que, cada barril de petróleo que llega de Venezuela, se aprovecha "como máximo" el 15%; el resto es "contaminación para Extremadura".
"La recuperación debe basarse", continúan los europarlamentarios, "en sectores respetuosos con el medio ambiente [...] fomentando sectores de alto valor añadido y con ocupación de calidad", lo que contrasta con la denegación de los 22 proyectos de parques eólicos en la región por parte del gobierno central, siendo Extremadura la única región en la que ninguno de los proyectos presentados ha entrado en la preasignación que garantiza las primas para hacer rentables las inversiones. Es cierto que el decreto publicado en 2005 para regular la instalación de parques eólicos en la región puede generar más de 10.000 empleos, pero lo que está en el papel hay que llevarlo a la práctica, Sr. Vara, y luego ya, si es menester, nos colgamos las medallas.
También evitaríamos muchos parados si en lugar de ponerse medallitas, el PSOE se dedicara a acelerar la puesta en marcha del Acuerdo para el Desarrollo Energético firmado con los agentes sociales, que parece ser permitirá que más del 30% del consumo sea abastecido por energía limpia, equivaliendo la potencia instalada en fotovoltaica y termosolar a la de un reactor de la central nuclear de Almaraz. De esta forma no habría lugar a polémicas sobre la ubicación de cementerios nucleares.
El pasado día 20, Vara indicó, en la inauguración de unas Jornadas del Clúster de la Energía de Extremadura, sobre las Energías Renovables, que el sector debe absorber los 40.000 empleos que ha destruido la crisis, pero... ¿tendrán que esperar estos 40.000 los 5 años de inacción que llevan esperando los 10.000 puestos de trabajo de la energía eólica?
¿Es posible estar tan mal dirigidos como para seguir en el furgón de cola con todo el potencial que albergamos? Recursos naturales -sol, viento-, empresas competitivas capaces de producir en toda la cadena de valor, un clúster... según reconoció en el mismo acto el propio director general de Energía y Minas, Antonio Hernández.
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