El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, interpretó ayer los resultados electorales en Cataluña recurriendo a lo que en este blog ya habíamos mencionado alguna vez respecto a la preferencia por los originales. En aquella ocasión era el ministro José Blanco el que prefería incluso el original del PP a la copia del que sería luego designado candidato socialista por Madrid. Ayer Fdez. Vara indicó que la del tripartido había sido un sucedáneo de la acción de gobierno que habría ejecutado CiU si hubiese logrado el poder en el 2006: "Cuando la gente tiene que elegir entre el original y la fotocopia, elige el original". El propio Vara puso el parche antes de que aflorara la excreción: "no tiene nada que ver la política catalana con el conjunto de España". Sí que tiene que ver, y como el PSOE siga haciendo política de derechas allí donde gobierna, muchos preferirán el original, y otros muchos acudirán a la izquierda. No es de extrañar que el desgaste de gobierno apenas haya afectado, con la que está cayendo, a ICV-Esquerra Unida.
Otra enseñanza de las elecciones catalanas tiene que ver con otra enseñanza de los catalanes. Ya demostraron al conjunto de la nación que independientemente de ideologías, no admitían el maltrato animal. Ahora nos enseñan que son capaces de elegir partido libremente sin que la televisión o los del voto útil (inútil) les digan a quién votar. Los catalanes y su legislación han conseguido que siete sensibilidades ciudadanas distintas no queden fuera de su Parlamento.
En Extremadura, el art. 19.1 de la Ley 2/1987, de 16 de marzo, de elecciones a la Asamblea de Extremadura blindó las mayorías absolutas imponiendo que "para que una candidatura sea tenida en cuenta deberá obtener, al menos, el 5 % de los votos válidos emitidos". Un porcentaje superior al que ha permitido que Ciutadans (3,40% de los votos) y Solidaritat (3,28%) estén en su Parlamento, pero contra el que Izquierda Unida se topó en Extremadura en 2007, pese a obtener un porcentaje muy superior (4,57%), y al que, no obstante, IU parece que vencería en las próximas autonómicas.
Otra enseñanza de las elecciones catalanas tiene que ver con otra enseñanza de los catalanes. Ya demostraron al conjunto de la nación que independientemente de ideologías, no admitían el maltrato animal. Ahora nos enseñan que son capaces de elegir partido libremente sin que la televisión o los del voto útil (inútil) les digan a quién votar. Los catalanes y su legislación han conseguido que siete sensibilidades ciudadanas distintas no queden fuera de su Parlamento.
En Extremadura, el art. 19.1 de la Ley 2/1987, de 16 de marzo, de elecciones a la Asamblea de Extremadura blindó las mayorías absolutas imponiendo que "para que una candidatura sea tenida en cuenta deberá obtener, al menos, el 5 % de los votos válidos emitidos". Un porcentaje superior al que ha permitido que Ciutadans (3,40% de los votos) y Solidaritat (3,28%) estén en su Parlamento, pero contra el que Izquierda Unida se topó en Extremadura en 2007, pese a obtener un porcentaje muy superior (4,57%), y al que, no obstante, IU parece que vencería en las próximas autonómicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario