ZP, esa gallina de los huevos de oro

Cuando el 25 de mayo Díaz Ferrán, presidente de CEOE, hablando de la negociación de la reforma laboral en un acto organizado por "El Economista", hizo hincapié en que "el Gobierno ha cambiado" y se congratuló de que "su política económica sea otra", ya estaban puestos los mimbres para que el boicot de meses de CEOE al diálogo con los sindicatos resultara en un decretazo del Gobierno mejor para sus bolsillos que lo que iban a sacar negociando.

La explotación, a manos de los saqueadores, de esta gallina de los huevos de oro que es el PSOE conduce a que un país camino de los 5 millones de parados, con el 20,09% de la población activa desempleada y 1,3 millones de hogares con todos sus miembros en paro, según la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre, esté tramitando una reforma laboral que llega al extremo de subvencionar el despido.

En la memoria de impacto presupuestario que acompañaba a la reválida de la reforma laboral votada -es un decir, porque se convalidó por la vía de la abstención- el 22 de junio en el Congreso, se incluían 123,62 millones de euros para que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) subvencione 8 días de indemnización por despido en los contratos indefinidos:

179.145 despidos x 86,3 euros de salario medio diario x 8 días = 123,62 millones de euros

Además, el Gobierno estima que la reforma propiciará 2,37 millones de nuevos contratos indefinidos, de los que 1,33 serán en la mal llamada modalidad de fomento del empleo, porque no se fomenta el empleo si se rebajan a 33 días de indemnización los despidos para prácticamente todos los colectivos.

Los efectos, ya los vimos: de los casi 1,3 millones de compromisos contractuales firmados en el primer mes de aplicación del decretazo, el pasado junio, tan sólo el 7,6% fueron indefinidos (bajando un 8,8% respecto al mes anterior); sólo en agosto del año pasado se registró un porcentaje menor de nuevos fijos, una cifra que desde 2006, sólo en tres ocasiones había bajado del 8%.

"Las medidas incluidas en esta norma se dirigen a [...] reducir la dualidad de nuestro mercado laboral, impulsando la creación de empleo estable y de calidad", reza la exposición de motivos del decreto de reforma laboral cuya publicación en el BOE y entrada en vigor aconteció el 17 de junio. Rebajar la temporalidad era, pues, la intención primera y repetida por el Gobierno. Sin embargo, "dijimos que esta reforma no iba a servir para eliminar la temporalidad injustificada", recordó el día 2 el secretario de Acción Sindical de CC.OO.

La bajada constante desde agosto de otras cifras actualizadas también este mes, dejan traslucir el aumento del paro de larga duración: el desembolso mensual por parado bajó casi un 14%, desde los 1043 euros de mayo a los 899, descenso proporcional al tiempo sin encontrar empleo.

Por seguir con lo que nos costará la reforma laboral, comprar a los empresarios para que reduzcan temporalmente la jornada de los empleados en vez de despedirlos, valdrá 116 millones de euros. De ellos, 39,6 millones en 2010 y 23,76 en 2011 nos costará a todos la ampliación hasta el 80% de la bonificación por mantenimiento del empleo de los trabajadores afectados por ERE cuando aprovechen ese período para formarse. ¿No sería mejor regular la jornada y los EREs, que intentar fomentarlos para que empresarios como el extremeño Gallardo desvalijen las arcas públicas?

También prevé el Gobierno 471,17 millones en bonificaciones a la contratación. Entre tanta medida para rebajar los costes del despido, ninguna plantea la generación de empleo, salvo, nada más y nada menos que... ¡una petición al Gobierno de un plan!, única referencia al empleo, y no al despido, en toda la reforma.

De ahí que sean los que mejor viven, incrustados muchos en el PS¿O?E, los que animen al Gobierno a seguir esa senda que ha tomado. Contaba Florián Recio en El Periódico Extremadura: "Conozco a un tipo de izquierdas que dice que cada vez que mira bajo el sofá del partido se encuentra la misma pelotita [de mugre] de taurinos, sacristanes, cofrades, antiabortistas, conservadores de medio pelo, que no se explica de dónde salen. [...] Lo que hay que hacer, pienso yo, es no desanimarse. Limpiar cada poco y someter a la mugre a los fondones del sofá. Pero es que hay días, dice mi amigo, en que la dichosa pelotita es más grande que el sofá. De seguir así, un día hasta la nombran Bien de Interés Cultural".

Lo dijo Christian Audoin, líder del Partido Comunista de Francia (PCF) en Limousin (en el centro del país) y al frente de la coalición alterglobalista Limousin, Terre de Gauche, que integra al PCF, al Partido de Izquierdas y al Nuevo Partido Anticapitalista (NPA): "La agravación de la crisis del capitalismo exige que concentremeos todos nuestros esfuerzos en la construcción de una izquierda de combate. Ésta permite la afirmación de la identidad de cada cual, pero tiene en común una prioridad: derrotar a la derecha; y una capacidad: también saber enfrentarse a la socialdemocracia cuando es necesario". Y, en España, es necesario enfrentarse al PSOE.