Para entender el por qué de la interferencia de la Junta de Extremadura en la libertad de expresión (los opositores a la Refinería se han topado con dificultades para conseguir locales PÚBLICOS la próxima semana, como el Centro de Profesores y Recursos de Cáceres (CPR, Junta de Extremadura), en cuyo salón de actos, a día de hoy, no se permite al Grupo Refinería NO-Cáceres organizar una charla), hay que recordar que la Refinería, subvencionada por la Junta de Extremadura, está promovida por el Grupo Alfonso Gallardo, cuya cabeza es Alfonso Gallardo, en palabras de Ibarra, un "empresario modelo". Este empresario modelo debe devolver a los extremeños los 624.980€ que le concedió un empleado suyo a la sazón Director Gral. de la Junta; una Junta entonces gobernada por quien ahora pretende que los demás hagan huelga de hambre para ayudar a su gran amigo Gallardo.
El Grupo Alfonso Gallardo presentó, además, hace unos días un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) suspensivo que afecta a 210 trabajadores, un 20% de la plantilla de Siderúrgica Balboa, empresa ubicada en Jerez de los Caballeros.
Y es que Gallardo ve que el dinero de los extremeños que se iba a embolsar a costa de contaminarnos, va a tardar en llegar, debido a las 80.000 alegaciones a su proyecto, las reticencias de Portugal e incluso las de los antiecologistas gestores del Ministerio de Medio Ambiente. Así que este señor, viendo que el dinero de los impuestos es regalado a bancos, aseguradoras, costructoras, etc., se apunta al carro de dar pena al Gobierno por si cae algo y, de paso, igual que el presidente de APYME Don Benito, va cargando las consecuencias de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores. Gallardo ya alertó [¿amenazó?] de que habría despidos si sus costes de producción seguían al alza. Ahora la causa ya no son los costes de producción derivados de esa liberalización de Aznar que trae recurrentes subidas de la luz; ahora la causa es la disminución de la producción.
Vaya desde aquí el apoyo de Izquierda Unida a los trabajadores de Siderúrgica Balboa, que hacemos extensivo a los afectados por los impagos de Genplast, empresa de aprovechamiento, reciclaje y producción de plásticos para la agricultura de Don Benito, que les adeuda tres meses de salario.
14 trabajadores han acordado concentrarse de manera indefinida, hasta que solucionen su situación, en la puerta de la empresa, en el polígono industrial San Isidro. No sólo no reciben su salario, sino que Genplast no les proporciona la baja para poder cobrar la prestación por desempleo. La legislación laboral en este país deja al trabajador indefenso cuando es el empresario el que con sus acciones está, a todas luces, rompiendo el contrato. Además, desde su visita de mediados de abril, la inspección de trabajo está consintiendo esta situación con su inacción.
Inicialmente la de Genplast fue una planta piloto única en Europa y contó con la participación de la Sociedad de Desarrollo Industrial de Extremadura (Sodiex) y la Corporación Empresarial de Extremadura (CEX), entre otras entidades. ¿Ocurrirá lo mismo con la Refinería de Gallardo: recibirá apoyo institucional y luego "tonto el último"?
El Grupo Alfonso Gallardo presentó, además, hace unos días un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) suspensivo que afecta a 210 trabajadores, un 20% de la plantilla de Siderúrgica Balboa, empresa ubicada en Jerez de los Caballeros.
Y es que Gallardo ve que el dinero de los extremeños que se iba a embolsar a costa de contaminarnos, va a tardar en llegar, debido a las 80.000 alegaciones a su proyecto, las reticencias de Portugal e incluso las de los antiecologistas gestores del Ministerio de Medio Ambiente. Así que este señor, viendo que el dinero de los impuestos es regalado a bancos, aseguradoras, costructoras, etc., se apunta al carro de dar pena al Gobierno por si cae algo y, de paso, igual que el presidente de APYME Don Benito, va cargando las consecuencias de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores. Gallardo ya alertó [¿amenazó?] de que habría despidos si sus costes de producción seguían al alza. Ahora la causa ya no son los costes de producción derivados de esa liberalización de Aznar que trae recurrentes subidas de la luz; ahora la causa es la disminución de la producción.
Vaya desde aquí el apoyo de Izquierda Unida a los trabajadores de Siderúrgica Balboa, que hacemos extensivo a los afectados por los impagos de Genplast, empresa de aprovechamiento, reciclaje y producción de plásticos para la agricultura de Don Benito, que les adeuda tres meses de salario.
14 trabajadores han acordado concentrarse de manera indefinida, hasta que solucionen su situación, en la puerta de la empresa, en el polígono industrial San Isidro. No sólo no reciben su salario, sino que Genplast no les proporciona la baja para poder cobrar la prestación por desempleo. La legislación laboral en este país deja al trabajador indefenso cuando es el empresario el que con sus acciones está, a todas luces, rompiendo el contrato. Además, desde su visita de mediados de abril, la inspección de trabajo está consintiendo esta situación con su inacción.
Inicialmente la de Genplast fue una planta piloto única en Europa y contó con la participación de la Sociedad de Desarrollo Industrial de Extremadura (Sodiex) y la Corporación Empresarial de Extremadura (CEX), entre otras entidades. ¿Ocurrirá lo mismo con la Refinería de Gallardo: recibirá apoyo institucional y luego "tonto el último"?
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