Para los que creen que los rojos hacen distingos entre unas dictaduras y otras, sepan que la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso aprobó por unanimidad el 24 de febrero, después de la muerte de Orlando Zapata en un hospital de La Habana tras una huelga de hambre de 85 días, una declaración en la que se expresa la "honda preocupación" por la situación de los presos de conciencia en Cuba y su liberación, condenándose "las limitaciones de las libertades políticas y la falta de protección de los derechos humanos en cualquier parte del mundo".
Pero no por esto nos creamos en España los paladines de la democracia, con este sistema electoral nuestro donde "12 señorías del PP y PSOE ocupan escaños que le corresponden a IU". Y es que seguimos pagando el paso, en palabras de Isabelo Herreros, Secretario General de Izquierda Republicana hasta el Congreso de Octubre de 2007, desde una dictadura terminal hasta esta democracia vigilada llamada Monarquía Parlamentaria, con un Jefe de Estado nombrado sucesor a título de Rey por quien se mantuvo en el poder 40 años con el apoyo de su ejército, de las oligarquías, de la Iglesia Católica y de la aniquilación de 100.000 personas.
Una democracia construida sobre un silencio que extirpó de la memoria colectiva la reivindicación de un cambio drástico sin hipotecas; hipotecas como ésas que ahora obstaculizan cualquier intento de condenar el franquismo o preocuparse por alguno de esos 100.000 zapatas españoles. De ahí la expresión de José Bergamín que titula este post, válida aún porque nuestro presente político sigue condicionado por las componendas que legitimaron como supuestos demócratas a los que no hacía mucho fusilaban, ofreciéndonos una Transición llena de instituciones plagadas de torturadores y fascistas.
Aquello no sólo desembocó en la guerra sucia. Hoy en día siguen sucediéndose episodios que recuerdan a la prohibición de los partidos republicanos en aquellas primeras elecciones del 15 de junio de 1977, donde sí pudieron concurrir partidarios del fascismo. Hoy en día, durante una visita de los herederos del heredero del dictador, dos hermanos, Naiara y Eduardo Cabrera, pueden ser detenidos y golpeados en plena calle por mostrar banderas republicanas y solicitar el paso por las urnas del próximo Jefe de Estado.
Cuatro años después de aquel 16 de mayo de 2006 en Móstoles, la Fiscalía solicita dos años de prisión y 2.500 euros de fianza, una “violación de los derechos fundamentales y un ataque a una ideología” precisamente por quienes debían proteger esos derechos que son las fuerzas de seguridad del Estado, en palabras de Fran Pérez, Secretario de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos de IU, durante la rueda de prensa del pasado 12 de marzo. "Algo muy grave está pasando en este país si de verdad se persigue a aquellos que expresan libremente sus ideas democráticas republicanas, y a la vez se permite a un partido de ultra derecha, un partido fascista que fue el único partido del régimen de Franco, que sea la palanca que permita inhabilitar al juez Garzón", planteó al solicitar la libre absolución de los jóvenes y reclamar el esclarecimiento de las circunstancias de su detención y el "trato vejatorio recibido durante la misma" por parte de los miembros de las unidades de intervención policial, lo que dio pie a una querella y un expediente sancionador abierto a los agentes.
José Luis Centella, Secretario General del PCE, declaró que hubo extralimitación policial y “nos preocupa la actuación de la Fiscalía que con esta intervención [su reciente respuesta absolutoria a los policías] se convierte en un agente político [...] El tema de la República y la monarquía no es un debate de orden público sino un debate político”. ¿O es que acaso en España los que desprecian a Willy Toledo están en contra de que se equipare a Zapata con un terrorista, y están a favor de que se equipare a los republicanos con terroristas, dejándolos así fuera de la legalidad política para evitar el debate tantos años postergado?
El otro adalid de la democracia, EEUU, hábil derrocador de democracias, tampoco tiene muchas lecciones que dar. Ya nos parecíamos a ellos en la publicidad gratuita diaria que se da en los telediarios para sólo dos partidos: uno conservador -allí llamado republicano, aquí amante de la sangre roja de los toros y de los derechos de la sangre azul- y otro también neoliberal. Pero ahora además, a raíz de la Gürtel y Fundescam, hemos importado otra lindeza: la de que los pudientes dan el dinero que paga actos y pancartas que ensucian España en campaña electoral, obteniendo beneficios una vez que sus amigos están colocados en esas poltronas ganadas en competencia desigual y para nada democrática.
Tras el pucherazo del 2000 gracias al que Bush llegó a ser presidente, cuando el Partido Demócrata retoma el poder, lo hace para nombrar embajador en Londres a Louis Susman, financiero de Chicago, vicepresidente jubilado de Citigroup y artífice de reunir cientos de millones de dólares en donativos electorales para el Partido . Ante Francia, es designado embajador Charles Rivkin, empresario del mundo del espectáculo y financiero de la campaña de Obama en California. Toda una lección de democracia.
Pero no por esto nos creamos en España los paladines de la democracia, con este sistema electoral nuestro donde "12 señorías del PP y PSOE ocupan escaños que le corresponden a IU". Y es que seguimos pagando el paso, en palabras de Isabelo Herreros, Secretario General de Izquierda Republicana hasta el Congreso de Octubre de 2007, desde una dictadura terminal hasta esta democracia vigilada llamada Monarquía Parlamentaria, con un Jefe de Estado nombrado sucesor a título de Rey por quien se mantuvo en el poder 40 años con el apoyo de su ejército, de las oligarquías, de la Iglesia Católica y de la aniquilación de 100.000 personas.
Una democracia construida sobre un silencio que extirpó de la memoria colectiva la reivindicación de un cambio drástico sin hipotecas; hipotecas como ésas que ahora obstaculizan cualquier intento de condenar el franquismo o preocuparse por alguno de esos 100.000 zapatas españoles. De ahí la expresión de José Bergamín que titula este post, válida aún porque nuestro presente político sigue condicionado por las componendas que legitimaron como supuestos demócratas a los que no hacía mucho fusilaban, ofreciéndonos una Transición llena de instituciones plagadas de torturadores y fascistas.
Aquello no sólo desembocó en la guerra sucia. Hoy en día siguen sucediéndose episodios que recuerdan a la prohibición de los partidos republicanos en aquellas primeras elecciones del 15 de junio de 1977, donde sí pudieron concurrir partidarios del fascismo. Hoy en día, durante una visita de los herederos del heredero del dictador, dos hermanos, Naiara y Eduardo Cabrera, pueden ser detenidos y golpeados en plena calle por mostrar banderas republicanas y solicitar el paso por las urnas del próximo Jefe de Estado.
Cuatro años después de aquel 16 de mayo de 2006 en Móstoles, la Fiscalía solicita dos años de prisión y 2.500 euros de fianza, una “violación de los derechos fundamentales y un ataque a una ideología” precisamente por quienes debían proteger esos derechos que son las fuerzas de seguridad del Estado, en palabras de Fran Pérez, Secretario de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos de IU, durante la rueda de prensa del pasado 12 de marzo. "Algo muy grave está pasando en este país si de verdad se persigue a aquellos que expresan libremente sus ideas democráticas republicanas, y a la vez se permite a un partido de ultra derecha, un partido fascista que fue el único partido del régimen de Franco, que sea la palanca que permita inhabilitar al juez Garzón", planteó al solicitar la libre absolución de los jóvenes y reclamar el esclarecimiento de las circunstancias de su detención y el "trato vejatorio recibido durante la misma" por parte de los miembros de las unidades de intervención policial, lo que dio pie a una querella y un expediente sancionador abierto a los agentes.
José Luis Centella, Secretario General del PCE, declaró que hubo extralimitación policial y “nos preocupa la actuación de la Fiscalía que con esta intervención [su reciente respuesta absolutoria a los policías] se convierte en un agente político [...] El tema de la República y la monarquía no es un debate de orden público sino un debate político”. ¿O es que acaso en España los que desprecian a Willy Toledo están en contra de que se equipare a Zapata con un terrorista, y están a favor de que se equipare a los republicanos con terroristas, dejándolos así fuera de la legalidad política para evitar el debate tantos años postergado?
El otro adalid de la democracia, EEUU, hábil derrocador de democracias, tampoco tiene muchas lecciones que dar. Ya nos parecíamos a ellos en la publicidad gratuita diaria que se da en los telediarios para sólo dos partidos: uno conservador -allí llamado republicano, aquí amante de la sangre roja de los toros y de los derechos de la sangre azul- y otro también neoliberal. Pero ahora además, a raíz de la Gürtel y Fundescam, hemos importado otra lindeza: la de que los pudientes dan el dinero que paga actos y pancartas que ensucian España en campaña electoral, obteniendo beneficios una vez que sus amigos están colocados en esas poltronas ganadas en competencia desigual y para nada democrática.
Tras el pucherazo del 2000 gracias al que Bush llegó a ser presidente, cuando el Partido Demócrata retoma el poder, lo hace para nombrar embajador en Londres a Louis Susman, financiero de Chicago, vicepresidente jubilado de Citigroup y artífice de reunir cientos de millones de dólares en donativos electorales para el Partido . Ante Francia, es designado embajador Charles Rivkin, empresario del mundo del espectáculo y financiero de la campaña de Obama en California. Toda una lección de democracia.
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