Los dos 11S, ¿obra de los mismos?

"Loose Change: The movie 2006. America is ready for it. Are you?" (subtitulado al castellano)

La expropiación de haciendas, la estatalización de empresas y bancos, la nacionalización de compañías extranjeras y la redistribución de la renta generaron miedo entre los grandes propietarios y en el Gobierno estadounidense. En 1972, Salvador Allende denunció ante la Asamblea General de la ONU la agresión internacional de la que era objeto su país. En las elecciones legislativas de marzo de 1973 la Unidad Popular aumentó su respaldo hasta el 45% de los votos. Sus mil días de Gobierno concluyeron el 11 de septiembre de 1973 al triunfar el golpe de Estado militar encabezado por Augusto Pinochet y apoyado por los servicios secretos de Estados Unidos.

Coincidiendo con la efeméride, nuestro Consejo de Ministros aprobó, cuando se cumplían 8 años de otro 11-S que cada vez presenta más interrogantes contra aquellos mismos servicios secretos (si no tiene miedo a pensar, visione el vídeo de más arriba), un acuerdo por el que se solicita al Parlamento la autorización para ampliar el contingente de 778 soldados que España tiene destinados de forma permanente en el país al que el segundo 11S sirvió de excusa para invadir.

Una de nuestros múltiples vicepresidentes, Fernández de la Vega, aludió al compromiso con la comunidad internacional, a sabiendas de los actuales momentos de reflexión en el ámbito de la UE para tomar una decisión sobre la presencia de tropas en ese país. Al parecer, según De la Vega, la mejor forma de "esperar" el fruto de esa reflexión internacional es enviar una unidad de maniobra de 220 efectivos para el Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Badghis, con base en Qala i Naw, con el supuesto fin de proporcionar apoyo logístico, seguridad y protección a los futuros equipos españoles de entrenamiento del Ejército y la Policía de Afganistán.

Además, estos días partirán otros 70 militares para dirigir y gestionar la seguridad en el aeropuerto de Kabul durante siete meses, y aún permanecen allí los 450 que forman el batallón que iba a regresar a España al finalizar la escenificación de la farsa de proceso electoral afgano.