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31 octubre 2012

¿Posibilismo?

Además de en Galicia, donde ganó una abstención inútil, el PP también perdió en Euskadi. Pero en Euskadi también perdió Bildu:

"la bajada de 15.000 votos y la pérdida de un 12% de electores en un año no puede escapar de la autocrítica más rigurosa [...] La gestión de Bildu, al frente de Diputación y ayuntamientos ha sido, por lo general, entre buena y muy buena. Me refiero a los datos puros de la gestión, a los números presentados, a los resultados obtenidos. En una situación de crisis profunda, Bildu ha conseguido gestionar bien la situación. Aunque quien quiera encontrar sombras a esto por supuesto las encontrará, la capacidad puramente gestora de la coalición de izquierdas y soberanista está fuera de duda.
El problema no es ese. El problema es que a Bildu no se le votó para gestionar, que también, por supuesto. Sobre todo se le votó para que cambiará las formas de hacer política, para que cuestionara el modelo establecido. [...] su bajada en todos los municipios de Gipuzkoa. Apuntaré la idea de que esta bajada se debe, fundamentalmente, a la pérdida de ilusión de segmentos de votantes que no han percibido ningún cambio sustancial a dos niveles: uno, en el vuelco de la política y el modelo social en el que estaban puestas las esperanzas, a causa de una crónica indefinición de proyecto; y otro, en el cambio de las formas de hacer política de la propia izquierda abertzale"
(Ion Ansa en 'naiz')

La mejora del partido independentista es, sin embargo, la única diferencia que puede marcar Cataluña respecto de lo ocurrido en Galicia y Euskadi, porque por lo demás la abstención inútil ganará lo que el PP seguirá perdiendo -aunque tienen TVE para inventar una realidad paralela- y la izquierda seguirá aglutinando electores: en el País Vasco, sólo la división entre Ezker Batua y Ezker Atnitza-IU, impidió la consecución de 3 diputados, pero Cayo Lara estaba más preocupado en hacer cumplir a IU Extremadura dictámenes viciados en origen que en pedir explicaciones a quien, establecido como partido en IU, apoyó una candidatura diferente en las elecciones vascas. Algo así como lo que hizo precisamente en la comunidad extremeña esa pequeña parte del PCE que no ha querido integrarse en IU y que en las autonómicas de 2007 remó contra el entonces coordinador de IU Extremadura Víctor Casco. Aún así, Cayo Lara obliga ahora a Pedro Escobar a hacer otra Asamblea Regional para dar otra oportunidad, por un lado, a un grupúsculo que pacte recortes como los de Asturias o Andalucía, pero eso sí, con el PSOE; y, por otro lado, al otro grupúsculo que, no contento con haber hipotecado la sede de IU Extremadura, quiere entrar en IU sin pasar por las Asambleas Locales y, por supuesto, sin haberse hecho presente en ninguna propuesta o actividad.

Volviendo al triunfo inútil de la abstención, la mayor fuga de los 100.000 votos que los socialistas han perdido en el País Vasco respecto al 2009 -reteniendo sólo el 65% de su voto- han ido a ella, según análisis de Bertomeus en la Fundació Rafael Campalans; hacia el PNV se dio un trasvase de 30.000 votos. Mientras, en Galicia, el PP perdió un 23% de los votos de las generales, de los que los socialistas no han recogido apenas nada. De hecho, éstos han perdido hasta un 40% del apoyo en las generales. Bertomeus estima que en las catalanas se puede producir un trasvase hacia Ciutadans, o hacia el PP, en este caso. Y también hacia CiU. O, directamente, a la abstención.

En la última encuesta de Feedback para La Vanguardia, CiU frena su ascenso pero consolida su avance (pasaría de 62 a 66 escaños, subiendo del 38,4% a casi el 41%... de voto válido), mientras que el PP se estanca (de 18 a 17, con casi un punto menos hasta el 11,4%) y el PSC acentúa su desplome (de 28 a 18), pasando del 18,4% al 13,4%, un descenso a añadir al que en los anteriores comicios ya sufrieron respecto a 2006, cuando obtuvieron casi el 27% de los sufragios.

ERC sumaría hasta seis diputados más -situándose en 16- al pasar del 7% al 10,6%, mientras que ICV-Esquerra Unida podría conseguir el mejor resultado de la última década con hasta tres escaños más (cosechando un total de 13 con el 10,1% de los votos) que los logrados en los comicios de 2010, en los que apenas le afectó el desgaste de haber estado, de una forma que alguno podrían tachar de posibilista, en el gobierno catalán.

Finalmente, el modesto avance en términos absolutos de Ciutadans (dos puntos hasta el 5,6%) le haría duplicar la cifra de diputados y lograr hasta seis. Solidaritat per la Independència se quedaría fuera de la Cámara al sumar un 1,8% de las papeletas, la mitad de su capital electoral.

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