Contaba Antonio Aramayona en Diario del Aire que "nos han comunicado que se ha recuperado el Códice Calixtino, una joya del siglo XII de incalculable valor" -donde el deán de la catedral de Santiago de Compostela escribía a mano a su antojo según confesión propia. "Lo que no nos aclaran es de dónde han salido los 1,2 millones de euros encontrados en su casa [ni tampoco el efectivo con el que el electricista acusado del robo compró bienes inmuebles a tocateja], al igual que la policía y la inspección de Hacienda siguen sin explicarnos desde la primavera de 2011 qué hacían dentro de un armario de un monasterio de monjas cistercienses de Zaragoza 1,5 millones de euros en billetes de 500 guardados en tres bolsas de basura negras". Esta madrugada, además, la Policía ha hallado el maletín con 600.000€ que el electricista supuestamente extrajo de la catedral, según ha confirmado el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez en un acto en Vigo: fueron "sustraídos del ámbito de la catedral" y no tiene "noticias" de que el dinero provenga "de otro sitio". Ha apuntado que en el marco de la investigación "se creía que faltaba dinero", más allá del recuperado en los anteriores registros en diferentes propiedades de Manuel Fernández Castiñeiras.
Seguía Aramayona: "El robo del códice Calixtino ha tenido un final feliz, sobre todo para la iglesia católica, pues el códice es de su exclusiva propiedad. Según el artículo XV del Acuerdo de 1979 [y el propio Aramayona nos recuerda que "sigue vigente el Concordato firmado en 1953 entre el Vaticano y la dictadura de Franco"] entre el Estado Español y la Santa Sede sobre enseñanza y asuntos culturales, 'la Iglesia reitera su voluntad de continuar poniendo al servicio de la sociedad su patrimonio histórico, artístico y documental, y concertará con el Estado (…) la colaboración de ambas partes con el fin de preservar, dar a conocer y catalogar este patrimonio cultural en posesión de la Iglesia, de facilitar su contemplación y estudio, de lograr su mejor conservación e impedir cualquier clase de pérdidas, en el marco del artículo 46 de la Constitución'. En resumidas cuentas, el Estado español destina anualmente 700 millones de euros al mantenimiento del patrimonio en poder de la iglesia católica. Y podemos estar seguros de que a partir de ahora le pondrá gratis en la catedral de Santiago un sistema de seguridad de última generación que pagaremos todos. Algo parecido ocurre en Aragón con unos bienes eclesiásticos de parroquias aragonesas que acabaron en Cataluña. Ahora Aragón los reclama como suyos, pero desde la Generalitat dicen que nanay. Actualmente están expuestos en un museo diocesano de Lérida costeado con el dinero de todos los catalanes. El Gobierno aragonés no ha querido ser menos y ha construido a su costa en la localidad oscense de Barbastro otro museo diocesano que recogerá las piezas artísticas en litigio. En resumidas cuentas, la iglesia católica posee en exclusiva la propiedad de ese 'arte sacro', más dos museos nuevos y ¡cobrará entrada a los visitantes! Hace unos años ocurrió lo mismo con la reconstrucción de la catedral de La Seo de Zaragoza: costó un riñón, lo pagó el pueblo con el dinero de sus impuestos, y ahora el visitante tiene que pagar una entrada para ver la catedral".
Seguía Aramayona: "El robo del códice Calixtino ha tenido un final feliz, sobre todo para la iglesia católica, pues el códice es de su exclusiva propiedad. Según el artículo XV del Acuerdo de 1979 [y el propio Aramayona nos recuerda que "sigue vigente el Concordato firmado en 1953 entre el Vaticano y la dictadura de Franco"] entre el Estado Español y la Santa Sede sobre enseñanza y asuntos culturales, 'la Iglesia reitera su voluntad de continuar poniendo al servicio de la sociedad su patrimonio histórico, artístico y documental, y concertará con el Estado (…) la colaboración de ambas partes con el fin de preservar, dar a conocer y catalogar este patrimonio cultural en posesión de la Iglesia, de facilitar su contemplación y estudio, de lograr su mejor conservación e impedir cualquier clase de pérdidas, en el marco del artículo 46 de la Constitución'. En resumidas cuentas, el Estado español destina anualmente 700 millones de euros al mantenimiento del patrimonio en poder de la iglesia católica. Y podemos estar seguros de que a partir de ahora le pondrá gratis en la catedral de Santiago un sistema de seguridad de última generación que pagaremos todos. Algo parecido ocurre en Aragón con unos bienes eclesiásticos de parroquias aragonesas que acabaron en Cataluña. Ahora Aragón los reclama como suyos, pero desde la Generalitat dicen que nanay. Actualmente están expuestos en un museo diocesano de Lérida costeado con el dinero de todos los catalanes. El Gobierno aragonés no ha querido ser menos y ha construido a su costa en la localidad oscense de Barbastro otro museo diocesano que recogerá las piezas artísticas en litigio. En resumidas cuentas, la iglesia católica posee en exclusiva la propiedad de ese 'arte sacro', más dos museos nuevos y ¡cobrará entrada a los visitantes! Hace unos años ocurrió lo mismo con la reconstrucción de la catedral de La Seo de Zaragoza: costó un riñón, lo pagó el pueblo con el dinero de sus impuestos, y ahora el visitante tiene que pagar una entrada para ver la catedral".
Es el mismo espíritu que en marzo de 2010 llevó al deán de la Catedral de San Juan, en Badajoz, Sebastián González, a ponerse en contacto con la entonces directora general de Patrimonio de la Junta de Extremadura para defender la reclamación de entre 1,5 y 2 millones de euros al Ministerio de Fomento para la reparación completa de la cubierta de la seo, como se había hecho en la primera fase ya terminada, que se reparó con dinero del 1% cultural.
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