Tras prometer la reforma sanitaria... y cumplirlo, Barack Obama propone mantener el tipo impositivo por debajo del 30% a todos aquellos ingresos de menos de 250.000
dólares y elevar del 33 y 35%, el tipo máximo, al 39% a los
que estén por encima de esa cantidad. Aunque el presidente evitó la confrontación con el Congreso, dominado por los republicanos, cuando prorrogó una ley de George Bush que contemplaba reducciones de impuestos para todos, compareció ayer en la Casa Blanca para afirmar que “sólo quiero que el 98% de la población que gana menos de 250.000 dólares al año conserve sus ventajas fiscales y eliminarlas para el 2% que supera esa cifra [...] Ya es hora de acabar con los beneficios fiscales de quienes, como yo, pueden permitirse pagar más”. Esa ley se encuentra ante un nuevo plazo de expiración a finales de año.
Cuando 4 días antes de la cumbre del G-20 de 2010 en Toronto, Alemania, Francia y Reino Unido sellaban su alianza en pro de un gravamen a la banca para contener, o al menos prevenir, el riesgo sistémico que crean algunas instituciones financieras, ya EE.UU. estaba embarcado en su propia tasa financiera que, además, utilizaría los fondos recaudados para compensar las inyecciones de capital concedidas previamente a los bancos.
La economía más fuerte del mundo, con un índice de desempleo del 8,2 % (no más alto del 11% incluso en hispanos) durante
junio, mes de creación de 84.000
empleos privados, y con remuneraciones promedio un 2% más altas que un año atrás, nos está marcando el camino y es inverso al que seguimos en España.
Aquí le andamos perdonando decenas de miles de millones de euros a los defraudadores, aunque bien es cierto que muchos de esos dineros son los que dejaron de recaudar los Gobiernos de Zapatero, con el peligro de prescripción del delito que ello supone. Opinaba ABC el pasado 2 de abril que "el socialismo fue el inventor de la gracia fiscal (dos veces Felipe González y una Rodríguez Zapatero)".
Aquí le andamos perdonando decenas de miles de millones de euros a los defraudadores, aunque bien es cierto que muchos de esos dineros son los que dejaron de recaudar los Gobiernos de Zapatero, con el peligro de prescripción del delito que ello supone. Opinaba ABC el pasado 2 de abril que "el socialismo fue el inventor de la gracia fiscal (dos veces Felipe González y una Rodríguez Zapatero)".
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