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03 abril 2012

Juez y parte

Juan Torres López, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, escribe en publico.es sobre "la gran influencia y poder político que los grandes grupos financieros y empresariales tienen sobre las instituciones [...,] grupos [que] se formaron en la dictadura y eso les dotó de una fuerza y de unos privilegios especialmente considerables [..., que] tienen su asiento principal en los grandes sectores estratégicos, en la banca, la energía, las telecomunicaciones o los medios de comunicación [...] y que penetra en las propias administraciones públicas e incluso en las más altas magistraturas e instituciones del Estado.

"El caso del sector eléctrico es paradigmático y ahora se vuelve a poner de evidencia cuando el gobierno de Rajoy vuelve a subir el recibo de la luz.

"En la anterior etapa de gobierno de Aznar se reconoció un llamado “déficit de tarifa” que ha ido creciendo año tras año y que está proporcionando a las compañías eléctricas grandes beneficios a costa de los consumidores de luz.

"A la opinión pública se le está diciendo desde entonces que las eléctricas tienen unos costes muy elevados y que la tarifa que pagamos es insuficiente [...] Pero a la sociedad no se le informa que [...] ese déficit está trucado. No es la diferencia entre la tarifa y los costes reales que soportan las empresas sino con los muy sobrevalorados que se inventan y que los sucesivos gobiernos (y los jueces que resuelven las demandas de las eléctricas) aceptan sin problema".

DE DÓNDE SALEN LOS BENEFICIOS

"Para lograr ese efecto las compañías recurren a diferentes procedimientos: asignar a la electricidad mucho más barata que producen centrales ya amortizadas los costes de otras más caras, aplicar el de la franja horaria de mayor precio, o registrar costes de inversiones realizadas o de otros gastos muy por encima de los realmente soportados."

Los analistas hablan ya de establecer una tasa a las energías hidráulica y nuclear, para corregir el exceso del precio a que la pagamos sobre el que cuesta producirla (es decir, la realidad es la inversa de como la cuentan). Los "enormes beneficios en España, casi 29.000 millones de euros desde 2005", a razón, hoy en día, de 3.000 millones anuales para el sector eléctrico, derivan, además, de que "facturan a los consumidores por tener derecho a conectar la potencia contratada (lo que no están en condiciones de asegurar porque la red es deficiente en muchos puntos) o los llamados costes de transición a la competencia [CTC], un invento de las propias compañías que les ha supuesto mas de 9.000 millones de ingresos extras [entre 1997 y 2006], además de inflar el precio del alquiler de los nuevos equipos de medida, entre otros".

Así, "hemos de pagar un recibo que es el tercero más caro de Europa, solo superado por el de Chipre y Malta".

CÓMO ARREGLARLO

Jorge González, del Sabadell, cita entre las posibilidades del Gobierno, la de pedir la devolución de los CTC, junto a medidas como un impuesto a la distribución o la reinversión de los derechos de dióxido de carbono (Diario 'Hoy', 11/03/2012).

La Comisión Nacional de la Energía (CNE) hizo público el 9 de marzo un informe con recomendaciones. Entre ellas, sacar de la tarifa eléctrica los costes de compensación extrapeninsulares que se subvencionan a Endesa por dar electricidad a las islas, Ceuta y Melilla. Mientras se suprimen las primas a futuras plantas de energías renovables -habiendo incluso alternativas como externalizar estas primas a través de sistemas como el céntimo verde aplicados al consumo de derivados del petróleo-, a la gran Endesa se le van a seguir pagando SUS primas al tiempo que su matriz italiana Enel lo más que anunció esa misma semana fue un recorte de dividendos y un descenso de beneficios, pero dividendos al fin y al cabo, y que para el sector español ni siquiera se recortaban.
La CNE también detectó margen para reducir costes en el transporte de la energía que hace Red Eléctrica. Y es que, aunque en los últimos años había bajado su intensidad energética (la energía necesaria para crear riqueza), España seguía siendo uno de los países más derrochadores de Europa cuando los socialistas se permitieron el lujo de empezar a tocar las primas. Cómo se le ocurrió al entonces ministro de Industria Miguel Sebastián decirse esperanzado en que el sector de los servicios energéticos, tan poco desarrollado en el país, iba a absorber la mano de obra procedente del ladrillo.

Sin embargo, sigue Torres, "Durante años, los gobiernos se vienen limitando a aceptar las condiciones que les ponen las grandes compañías eléctricas, en cuyas asesorías o consejos de administración entran y salen los mismos que antes o luego han de tomar decisiones sobre las tarifas y las condiciones de su negocio, como el mencionado Aznar, de Guindos, Elena Salgado o Felipe González". Para ser ministro de Economía, Luis de Guindos dejó el destacado sillón en el consejo de Endesa que le permitió superar el año pasado los 400.000 euros de ingresos. Para que todos los cabos estén bien atados, de Guindos conserva una gran amistad con el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, el encargado de anunciar la última subida de la luz.

"Si en España hubiese una verdadera democracia las televisiones estarían explicando a la gente por qué suben tanto sus recibos de la luz y quién y por qué se lucra con ello. Y los gobiernos, en lugar de rendirle pleitesía, habrían disuelto ya el oligopolio eléctrico, nacionalizado las empresas y evitado el engaño. En lugar de eso, Rajoy vuelve a subir la luz y encima su gobierno afirma que está reduciendo los costes del sistema, como si hubiera tomado alguna medida encaminada a evitar su sobrevaloración artificial".

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