Siete ministerios (Presidencia, Exteriores, Trabajo, Cultura, Interior, Defensa y Fomento) destinarán recursos al evento cristiano denominado Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebrará en agosto en Madrid.
Espacios públicos serán cedidos gratuitamente (campo del aeródromo de Cuatro Vientos, más colaboración logística y espacios colindantes en caso de necesidad), y el carísimo tiempo del ministro de la Presidencia, Ramón Jaúregui, y altos cargos de su departamento, se pierde en reuniones para analizar los preparativos de la Jornada, y en comisiones en las que también -¡cómo se lo iban a perder!- participan el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.
"Separad lo católico de lo español y lo español quedará herido de muerte en su más verdadera sustancia" (1949, Francisco Franco, "garante de la justicia" según Pío XII en mensaje radiofónico en español recogido por ABC el 18 de abril de 1939)
Otra comisión de tipo logístico, con sede en la Delegación de Gobierno de Madrid, se ocupa de la seguridad y la protección civil, ya que, aunque Ratzinger no viene a España como jefe de Estado (de un estado totalitario, dicho sea de paso), habrá que garantizar permanentemente su seguridad (con 6.000 agentes cobrando horas extras), así como lo relacionado con la sanidad, limpieza, logística...
Además, un consorcio-comité de apoyo de la JMJ supervisa los beneficios fiscales que disfrutarán las empresas patrocinadoras, por ser declarada "Acontecimiento de Excepcional Interés Público" en los Presupuestos Generales del Estado. Esto supone que se dejará de recaudar una importante cantidad de dinero de las empresas que financien el evento, pues recibirán exenciones fiscales de hasta el 80%.
¿Dónde está aquí la queja del PP por la falta de austeridad? A propósito de la tan cuestionada partida presupuestaria de 350.000 euros para el uso de las lenguas cooficiales en el Senado, el PP, por boca de su líder en Lugo, afirmó: "Con la que está cayendo, con esta crisis, damos un ejemplo negativo. No es el momento. Y creo que costará más de 600.000 euros". Pues bien, algunas fuentes cifran que el gasto de la visita de Ratzinger, que correrá a cargo del Estado, oscilará entre los 20 y 25 millones de euros. Y todo, para que los obispos y sus voceros en los Parlamentos sigan hablando de laicismo "radical", cuando deberían sacar a Zapatero en procesión.
1 comentario:
Cualquier manifestación social,reivindicativa,festiva, deportiva, etc. Tiene un coste. El fútbol semanalmente tiene un coste que para las arcas del estado.
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