La Comisión General de Comunidades Autónomas ha dado el visto bueno a la reforma del Estatuto de Autonomía de Extremadura y lo ha remitido al Pleno del Senado, donde tiene garantizada su aprobación por el gran acuerdo entre socialistas y populares, plasmado durante la tramitación en el Congreso con la nueva redacción del apartado 2 de la disposición adicional 2ª, relativo a las inversiones del Estado en la comunidad: "con objeto de acelerar el proceso de convergencia de la región con el conjunto nacional, el Estado realizará, cada año y por un periodo de siete, inversiones complementarias del 1 por ciento del PIB regional".
Todo esto habiendo impugnado el PP ante el Tribunal Constitucional las inversiones adicionales que recogía otro Estatuto de Autonomía, pero claro, era el de Cataluña. Idéntica incoherencia que cuestionar el modelo de territorialidad de Extremadura, pero pididendo la no modificación del de Cataluña ante el mismo Tribunal.
Esto es como ofendernos cuando Cataluña promociona su cava y demás productos y vemos con buenos ojos (y con razón) la apuesta que en los últimos años ha realizado la Junta de Extremadura para potenciar los alimentos certificados bajo una Denominación de Origen regional o bajo la marca colectiva Alimentos de Extremadura.
Y no es solo algo meramente institucional, sino que los propios extremeños preferimos los alimentos extremeños, como demostró el proyecto "Alimentos de Extremadura: Análisis de las preferencias de los consumidores extremeños por los productos regionales", presentado bajo el lema "Consume Extremadura" a los I Premios de Investigación 2010 entregados por la Fundación Caja de Extremadura a científicos de la Universidad de Extremadura por trabajos que potencian aspectos claves para el desarrollo económico y social de la región. ¿Somos por ello nacionalistas antiespañoles?
1 comentario:
La cuestión no viene por el potenciamiento de lo propio, sino cuando lo propio se opone a un proyecto común, y no se utiliza para enriquecer al conjunto, sino para el enfrentamiento con los demás. Y el colmo cuando todo acaba siendo el terreno del señor feudal desentendido del destino de interés general que acaba produciendo desigualdad derechos entre los las personas en función del territorio en el que se vive.
Y lo insostenible es que las estructura, o mejor dicho las macroestructuras administrativas y los privilegios de los señores feudales de las autonomías comienzan a ser insostenibles, a amen de no funcionales a las necesidades de los ciudadanos y si de la maquinaria partidista que creo gastos de todo tipo para asegurarse la permanencia en el poder. Y esto lo hacen todos.
Coincido básicamente con vuestro planteamiento, y creo que el problemas de la unidad de los españoles no son solo los separatistas sino los separadores y las incoherencias de los dos grandes partidos, que lo que dicen en un sitio no vale para el otro, en los aspecto que afecta a derechos, y servicios fundamentales y de interés general.
Un saludo.
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