El pasado 19 de marzo la Policía Local de Plasencia conminó a la Plataforma por el Empleo Digno placentina a desinstalar su mesa de recogida de firmas, justo al lado de la zona reservada a la Policía Local donde, según el blog de Javier Caso, aparca todos los sábados para hacer la compra la concejala socialista de Servicios Municipales.
Es muy del gusto socialista eso dejar que sus principios sólo los defienda la verdadera izquierda, mientras ellos se dedican a desalojar a los ciudadanos que no están dispuestos a callar ante cada atropello. Recuerden lo que sucedió unos kilómetros hacia el Sur por la A-66 hace un par de años. Según informaba entonces la Federacion de Plataformas Térmicas No, los miembros que se encontraban en la Plaza de España de Mérida recogiendo alegaciones a los proyectos de Centrales Térmicas con una mesa, fueron desalojados por la Policía Local con un dispositivo que incluía un vehículo, el Jefe de la Policía Local, tres agentes de uniforme y tres de paisano.
El Jefe de Policía indicó a los antitérmicos que quitaran la mesa y dejaran de recoger firmas entre los ciudadanos. Tras ser inquirido sobre el porqué de este trato, el jefe llamó, según testigos, a Ángel Calle, Alcalde de Mérida y candidato hoy a la reelección, y le escucharon decir: "Entonces los quitamos, ¿no, Ángel?". Donde manda patrón...
Ante el revuelo, los ciudadanos presentes increparon a la Policía y firmaron las alegaciones al contaminante proyecto apoyados en la pared, ante las recriminaciones de los agentes: "No firméis eso". Una cosa es someterse y otra ya hacer el trabajo sucio, señores agentes. Aunque ni ellos ni su jefe Ángel Calle, que no se presentó al debate de candidatos sobre dicho tema, se han dignado a explicar por qué no había que firmar aquello.
Y ya entonces no era nuevo para los ciudadanos que manifiestan su oposición a algún proyecto socialista el que la guardia del Alcalde de Mérida provocase incidentes con las mesas. El PSOE extremeño lleva mucho tiempo particularmente interesado en hacer invisible a todo aquél que proteste por algo en Extremadura.
Y uno que, a la sazón miembro del PSOE, se manifestó públicamente a favor de la salud, el medio ambiente, la economía de la ciudad y su Patrimonio, fue puesto a caldo por sus correligionarios, como ilustraba la portada y las páginas 3 y 5 del número 92 de Voz Emérita, el semanario que, pese a no haber reflejado nunca el tema (que ya tenía delito, aunque no electoral, claro), no ponía reparos en afirmar, por evidente, que "los proyectos de instalación de varias centrales térmicas de ciclo combinado en la comarca de Mérida para los próximos años vienen generando polémica desde hace meses".
SIEx, el partido actual del mencionado miembro del PSOE, Antonio Vélez, se presenta conjuntamente con Izquierda Unida-Verdes a las próximas elecciones del 22 de mayo.
Es muy del gusto socialista eso dejar que sus principios sólo los defienda la verdadera izquierda, mientras ellos se dedican a desalojar a los ciudadanos que no están dispuestos a callar ante cada atropello. Recuerden lo que sucedió unos kilómetros hacia el Sur por la A-66 hace un par de años. Según informaba entonces la Federacion de Plataformas Térmicas No, los miembros que se encontraban en la Plaza de España de Mérida recogiendo alegaciones a los proyectos de Centrales Térmicas con una mesa, fueron desalojados por la Policía Local con un dispositivo que incluía un vehículo, el Jefe de la Policía Local, tres agentes de uniforme y tres de paisano.
El Jefe de Policía indicó a los antitérmicos que quitaran la mesa y dejaran de recoger firmas entre los ciudadanos. Tras ser inquirido sobre el porqué de este trato, el jefe llamó, según testigos, a Ángel Calle, Alcalde de Mérida y candidato hoy a la reelección, y le escucharon decir: "Entonces los quitamos, ¿no, Ángel?". Donde manda patrón...
Ante el revuelo, los ciudadanos presentes increparon a la Policía y firmaron las alegaciones al contaminante proyecto apoyados en la pared, ante las recriminaciones de los agentes: "No firméis eso". Una cosa es someterse y otra ya hacer el trabajo sucio, señores agentes. Aunque ni ellos ni su jefe Ángel Calle, que no se presentó al debate de candidatos sobre dicho tema, se han dignado a explicar por qué no había que firmar aquello.
Y ya entonces no era nuevo para los ciudadanos que manifiestan su oposición a algún proyecto socialista el que la guardia del Alcalde de Mérida provocase incidentes con las mesas. El PSOE extremeño lleva mucho tiempo particularmente interesado en hacer invisible a todo aquél que proteste por algo en Extremadura.
Y uno que, a la sazón miembro del PSOE, se manifestó públicamente a favor de la salud, el medio ambiente, la economía de la ciudad y su Patrimonio, fue puesto a caldo por sus correligionarios, como ilustraba la portada y las páginas 3 y 5 del número 92 de Voz Emérita, el semanario que, pese a no haber reflejado nunca el tema (que ya tenía delito, aunque no electoral, claro), no ponía reparos en afirmar, por evidente, que "los proyectos de instalación de varias centrales térmicas de ciclo combinado en la comarca de Mérida para los próximos años vienen generando polémica desde hace meses".
SIEx, el partido actual del mencionado miembro del PSOE, Antonio Vélez, se presenta conjuntamente con Izquierda Unida-Verdes a las próximas elecciones del 22 de mayo.
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