Vuelve El País con otro de sus "llamamientos a gobiernos de salvación nacional que cambian constituciones y legislan contra las mayorías" (Pablo Iglesias Turrión, profesor de Ciencia Política de la UCM*):
"Cuando parecía que iba a triunfar una tímida, pero alentadora transformación en la cúpula, el periódico El País publicó un reportaje interesado y machista contra Carme Chacón y la
vieja guardia del felipismo se personó en el congreso para dar un golpe
de Estado e imponer a Rubalcaba. Es curioso que el mismo periódico que
forzó esta situación ruinosa exija ahora meditaciones serias en el
interior del PSOE y un pacto de Estado con el PP. [...] creer que la eficacia depende de las privatizaciones, trabajar para los
bancos, destruir la democracia interna en la organización y depender de
grupos mediáticos son inercias que forman parte del pacto bipartidista
de Estado que Felipe González firmó [...]. No puede aspirar a recobrar
las simpatías del electorado un partido que bloquea en el parlamento la
transformación de una Ley Hipotecaria cruel cada vez que la plantea una
opción de izquierdas" (Luis García Montero, Público.es, 25/10/2012)
Una postura de partido muy cruel para personas como la que ha sido hallada ahorcada en el patio de su vivienda en Granada horas antes de que una patrulla de la Unidad de Prevención y Reacción del Cuerpo Nacional de Policía se personara en ella para ejecutar un desahucio por orden judicial. En noviembre de 2010, en Hospitalet de Llobregat, un hombre que también
iba a ser desahuciado se ahorcó en plena calle tras haber pedido al
Ayuntamiento que retrasara la ejecución porque hacía "mucho
frío para estar con la familia [mujer e hija menor de edad] en la calle".
Sobre Galicia, contaba García Montero: "El PP perdió el domingo más de 140.000 mil votos respecto a los comicios
anteriores, es decir, un 18 % de su electorado. Si tenemos en cuenta
que Galicia es por tradición muy fiel a la derecha, vender el triunfo
como un apoyo abrumador al Gobierno se acerca mucho a la mentira [...] Sería, pues, un error que los movimientos de protesta se desanimaran [...] Se ha puesto de moda llamar radical a la izquierda sensata que lleva
años combatiendo el poderío infame de las prácticas bancarias españolas.
¿Es un radical Xosé Manuel Beiras? ¿Es una radical peligrosa Yolanda
Díaz? ¿Hay dudas sobre su trayectoria de seriedad en el Ayuntamiento de
Ferrol? [...] Para la sufrida población española hay otros
ejemplos más radicales y contrarios al sistema. Felipe González, por ejemplo, además de su sueldo como expresidente, cobra una suma muy alta como consejero de Gas Natural, la empresa que privatizó su Gobierno.
¿Con esta manera de entender la democracia puede generarse una
alternativa? En Galicia no ha tenido un primer éxito la izquierda radical, sino
una izquierda sensata, contraria al neoliberalismo, defensora de los
ciudadanos y capaz de dar cauce político a la indignación. Ha sido
sensata, sobre todo, por saber unirse para formar un frente amplio. No
fue así en Euskadi, donde triunfaron las escisiones".
Según otras opiniones, lo que triunfó fue la abstención, y es cierto, pero, con palabras de Daniel Bernabé en GRUNDmagazine: "Quien
piense que la abstención es una postura indignada, una acción
ideológica, es que ha perdido (si es que alguna vez lo llego a tener) el
contacto con la realidad [...] Camuflar la ignorancia y la pasividad de
miles de trabajadores bajo el paraguas de la indignación no es más que
una cínica expresión del fracaso. [...] Siendo generosos, han conseguido que haya diez mil votos en
blanco más, veinte mil votos nulos. [...]
Transmitir una y otra vez que todos los políticos son iguales, que nadie
nos representa, equivale a decir que Beiras y Feijoó son iguales, que
el PP y la Alternativa Galega de Esquerda son lo mismo. Y eso, además de
ser mentira, es una auténtica canallada intelectual y política. Claro que el parlamentarismo es parte
del sistema que nos ahoga, por supuesto. Lo cual no significa que no
deba ser un frente más en la lucha contra el capitalismo. Tener unos
diputados de izquierdas como los de la AGE en un parlamento supone dar
voz a determinadas ideas que de otra forma no serían escuchadas.
¿Escuchadas por quién, decís? Por la gran mayoría de la población que
aún sigue confiando (nos guste o no, es así) en las instituciones.
Supone incluso visualizar para miles de personas que hay otra forma de
hacer política, que hay otras ideas, que no son los recortes sí y los
recortes también. [...] Votar es perfectamente compatible con las
protestas en la calle, con las asambleas, con la idea de que la
democracia debe ser más que votar cada cuatro años [...] Entiendo hasta la táctica, de que para que nuestras ideas
puedan ser accesibles a muchos, haya momentos en los que es mejor
renunciar a símbolos y palabras que han quedado manchadas por la
historia. Pero considero que es un error fundamental, hasta suicida, el
renunciar a los instrumentos ideológicos que nos han permitido poner en
jaque, e incluso vencer, al poder en el pasado siglo. Sencillamente no
nos lo podemos permitir, y menos renunciar a ellos por agradar a parte
de un movimiento (ni siquiera es todo) [...]
Como es bueno Melenchon y Partido de Izquierda en Francia, o Alex
Tsipras y Syriza. Y son buenos porque, por fin, hay partidos de
izquierda que plantean abiertamente y sin excusas que estamos en un fin
de etapa, que este régimen no se sostiene, que hay que romper con el
capitalismo directamente; no se esconden, no bajan la bandera, la
adaptan sin renunciar a nada [...] Pero son buenos, sobre todo, porque salen a ganar, porque
tienen la intención clara de abandonar ese pesimismo rancio, porque
saben que no nos podemos permitir otra derrota [...] Y justo, justo ahora, ¿pretenden que
renunciemos a ser de izquierdas? Ni pensarlo: justo ahora que va a
comenzar la fiesta no conozco un traje que me siente mejor que el rojo".
* UCM = Universidad Complutense de Madrid
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