Un comunicado difundido por la dirección federal del PSOE
explica que su delegación en
el XXIV Congreso de la Internacional Socialista de Ciudad del Cabo apuesta por "la creación de un fondo contra la pobreza creado a partir de una tasa a las transacciones financieras [TTF] internacionales".
Fue en marzo del pasado año cuando, a propuesta de Izquierda Unida, la Comisión de Economía del Congreso avaló la creación de una tasa para las operaciones bancarias internacionales como la que propusiera el economista James Tobin en 1971, “que disuada a los inversores financieros a realizar operaciones únicamente especulativas”, “en un sector que favorece la especulación a gran escala sobre las divisas” y en unos momentos en que era Portugal quien estaba siendo acosado por los especuladores.
La moción instaba al Gobierno entonces "socialista" a que “sitúe como prioridad política de sus participaciones en el Ecofin [el Consejo de Ministros de Finanzas de la UE], el Consejo Europeo y las reuniones del G-20” la aprobación del impulso a una TTF, un calendario “concreto” para su despliegue y el lanzamiento de medidas legales y administrativas “que permitan la lucha contra los paraísos fiscales”, en redacción dada por IU-ICV.
La diputada Núria Buenaventura defendió la necesidad de poner coto a una “globalización financiera descontrolada”. La aprobación de un tipo del 0,05% a las transacciones, pagado mitad por el comprador y mitad por el vendedor , permitiría unos ingresos de “más del 1,2% del PIB mundial” con que reducir déficits y castigando así las operaciones a corto plazo, cuya estrategia es “puramente especulativa”. Ayudaría a estabilizar los mercados al rebajar la “volatilidad” de los precios.
Si bien el rechazo total a esta propuesta, “radical y muy de izquierdas” según CiU, vino desde éste y el PP -el que un broker pague un impuesto por llevar millones de la Bolsa de un país a la de otro y vuelta al principio, se trasladaría a los consumidores y ahorradores según ellos-, el PSOE acotó los términos de lo que estaba dispuesto a asumir (ya decía yo, pensaría más de uno): “No podemos implantar el impuesto solos, pero sí reclamar al Gobierno que trabaje en esa dirección en los foros internacionales” (Manuel Mas).
Sin embargo, el pleno del Congreso ya debatió en febrero de 2010 un texto similar presentado por, cómo no... IU-ICV. El PSOE lo rechazó: “No tiene sentido”, alegó.
El mismo circo que cuando el PSOE rechaza propuestas de IU como la de la recuperación del impuesto de Patrimonio (que no le engañen, este impuesto es para los que tienen patrimonio superior a 108.182€, exceptuando además la vivienda habitual) y luego llega Fernández Vara y habla de que tal vez habría que hacerlo.
Estos ejemplos dan a entender que las propuestas de IU no parecen ser tan radicales en el sentido dado por los que se autodefinen como "gentes de bien".
Fue en marzo del pasado año cuando, a propuesta de Izquierda Unida, la Comisión de Economía del Congreso avaló la creación de una tasa para las operaciones bancarias internacionales como la que propusiera el economista James Tobin en 1971, “que disuada a los inversores financieros a realizar operaciones únicamente especulativas”, “en un sector que favorece la especulación a gran escala sobre las divisas” y en unos momentos en que era Portugal quien estaba siendo acosado por los especuladores.
La moción instaba al Gobierno entonces "socialista" a que “sitúe como prioridad política de sus participaciones en el Ecofin [el Consejo de Ministros de Finanzas de la UE], el Consejo Europeo y las reuniones del G-20” la aprobación del impulso a una TTF, un calendario “concreto” para su despliegue y el lanzamiento de medidas legales y administrativas “que permitan la lucha contra los paraísos fiscales”, en redacción dada por IU-ICV.
La diputada Núria Buenaventura defendió la necesidad de poner coto a una “globalización financiera descontrolada”. La aprobación de un tipo del 0,05% a las transacciones, pagado mitad por el comprador y mitad por el vendedor , permitiría unos ingresos de “más del 1,2% del PIB mundial” con que reducir déficits y castigando así las operaciones a corto plazo, cuya estrategia es “puramente especulativa”. Ayudaría a estabilizar los mercados al rebajar la “volatilidad” de los precios.
Si bien el rechazo total a esta propuesta, “radical y muy de izquierdas” según CiU, vino desde éste y el PP -el que un broker pague un impuesto por llevar millones de la Bolsa de un país a la de otro y vuelta al principio, se trasladaría a los consumidores y ahorradores según ellos-, el PSOE acotó los términos de lo que estaba dispuesto a asumir (ya decía yo, pensaría más de uno): “No podemos implantar el impuesto solos, pero sí reclamar al Gobierno que trabaje en esa dirección en los foros internacionales” (Manuel Mas).
Sin embargo, el pleno del Congreso ya debatió en febrero de 2010 un texto similar presentado por, cómo no... IU-ICV. El PSOE lo rechazó: “No tiene sentido”, alegó.
El mismo circo que cuando el PSOE rechaza propuestas de IU como la de la recuperación del impuesto de Patrimonio (que no le engañen, este impuesto es para los que tienen patrimonio superior a 108.182€, exceptuando además la vivienda habitual) y luego llega Fernández Vara y habla de que tal vez habría que hacerlo.
Estos ejemplos dan a entender que las propuestas de IU no parecen ser tan radicales en el sentido dado por los que se autodefinen como "gentes de bien".
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