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25 junio 2010

Un accidente repetido no es un accidente

La colisión el día 23 de un robot submarino (minisubmarino) con un conducto de ventilación por el que se introduce agua caliente para evitar que se forme hielo en la campana desde la que se aspira el crudo a la superficie en el lugar del escape del golfo de México, forzó la retirada de dicha campana. Dado que era la que frenaba parte de la salida de crudo, el escape ha estado manando sin control en el lecho marino durante 10 horas dando salida a borbotones a decenas de miles de litros de petróleo extra. Un grupo de científicos estadounidenses ha calculado que el pozo está expulsando al mar cada día una cantidad máxima de petróleo equivalente a 60.000 barriles.

El almirante del Servicio de Guardacostas de EEUU, Thad Allen, encargado de coordinar la lucha contra el vertido, anunció el mismo día la muerte de dos trabajadores de los equipos de limpieza: uno en un accidente en una piscina y otro en uno de los buques en los que se almacena el crudo que recogen del mar, rehusando Allen dar más detalles.

Según David Nicholas, portavoz de BP, el sistema de recogida instalado el pasado 3 junio había capturado, hasta el pasado martes 22, 16.600 barriles y quemado 10.500.

Desde que ocurrió este desastre, para los medios de comunicación ya no existen los más de 100.000 barriles (14.000 toneladas) que, sólo en 2009, Shell admitió, en mayo, haber derramado en Nigeria. La propia empresa es incapaz de achacar el 30% de los vertidos en el delta del Níger al sabotaje o a perforaciones de ladrones en los oleoductos. Y también ocurren "accidentes" en el mundo "civilizado". En enero, un oleoducto operado por EEP que conectaba los dos países más al Norte de América vertió 3.000 barriles en Dakota del Norte.

No se trata, pues, de sólo el problema de BP en el golfo de México y algún petrolero ocasional; y no nos creamos que nuestras empresas son unas santas: oficialmente REPSOL reconoce 680 toneladas derramadas en 2009, pero en una sola fuga en Ecuador vertió, junto a otras compañías, 14.000 barriles; más que Chevron, la que, tras verter 9.300 en 2009, contaminó en abril la reserva natural de Luisiana con 500 barriles brotados de su oleoducto. Cambien Luisiana por Andalucía y reserva natural por franja de Espacios Naturales Protegidos del norte de Andalucía, como los Parques Naturales de Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en Huelva, y los 11 espacios naturales protegidos que rodean el lugar donde el PSOE extremeño quiere ubicar la refinería de la familia del marido "socialista" de la delegada del Gobierno colocada por el PSOE nacional.

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