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29 marzo 2010

La coartada perfecta

El guión es éste: Esperanza Aguirre deja pudrirse a la sanidad y la enseñanza públicas. Luego, Esperanza Aguirre utiliza el mal estado en que deja lo público, para decir que hay demanda de lo privado como coartada para subvencionar a religiosos y a los comercios de la salud.

A unos kilómetros de allí, el PSOE, importante actor en la privatización de una Endesa que en 2009 sería absorbida por la italiana Enel, no quiere oír hablar de obligar a las eléctricas a invertir, y mucho menos de una eléctrica pública que afronte el mantenimiento necesario, dejando así pudrirse las instalaciones energéticas de provincias como Girona. Utilizan a continuación a las más de 100.000 familias que estuvieron días sin suministro como coartada para decir que hay necesidad de una línea de alta tensión.

La táctica es la misma, igual de despreciable e igual de amiga del compadreo con los grandes empresarios. Pero no acaba ahí el hilo argumental del PSOE, porque aún quieren sacar más partido a lo padecido por los ciudadanos semanas atrás; dice el portavoz socialista en la Junta General del Principado de Asturias, Fernando Lastra, que lo sucedido con el temporal en Cataluña tiene que servir de "llamada de atención ante las actitudes un tanto frívolas en este asunto" [refiriéndose a la oposición ciudadana a la línea de alta tensión Sama-Velilla].

Por lo que está ocurriendo en Cáceres, donde el PSOE ha prescindido de IU para gobernar, sabemos hacia dónde viraría el gobierno asturiano de no estar atado por la izquierda. IU-BA-LV, socios en el gobierno asturiano, no ve el riesgo de apagones con que amenazan los socialistas y han manifestado que la red asturiana es "estable y una de las mejores de España en calidad por su constante renovación y mejora con el apoyo público [...] En la red general no hay apagones" y Asturias es una región con menor tiempo de interrupción medio en la península, situado en 0,01 minutos, frente a los 56,63 minutos de Cantabria o las más problemáticas zonas de Andalucía y Cataluña -que gestiona Endesa bajo supuestos gobiernos socialistas- y Levante -Iberdrola-. Respecto a la línea Sama-Velilla, no sería de abastecimiento interno, sino de "evacuación de energía excedentaria" por lo que "no solucionaría" en ningún caso un apagón.

«Harto de la ceremonia de la confusión y las mentiras [puesto que] se ha demostrado hasta la saciedad, con datos, que no es necesaria otra línea eléctrica, ni Sama-Velilla, ni refuerzo de la Lada-Velilla» se mostró Feliz Ordás, representante del colectivo «Sama-Velilla No». Aludía no sólo a la propuesta del PSOE, sino también a la del PP castellanoleonés sobre desdoblar el tendido existente Lada-La Robla-Velilla para que transporte 400 KV, después de reforzar los apoyos. «Su idea es destruir la montaña leonesa, que le queda poca, pero no lo va a conseguir».

«Estamos molestos y cabreados con el informe» [de Castilla y León], criticó la portavoz Camino Alonso, quien explicó que la ejecución de este proyecto supondría «aumentar las torres y los corredores a ambos lados», con el consiguiente «incremento del daño a los vecinos que ya sufren el tendido actual».

«Está en juego León», subrayaron los portavoces tras informar sobre los 88 km. de montaña leonesa que Red Eléctrica Española (REE) pretende sembrar de torretas de 50 metros y tendido eléctrico. «No seremos tan suaves como en las anteriores elecciones», reseñaron para advertir a «Gobierno [que impulsa y debe aprobar la línea] y Junta» [de Castilla y León] que si se mantienen las actitudes actuales de promoción de la línea eléctrica pedirán «un voto de castigo real» en los comicios municipales y autonómicos de la primavera del 2011.

Y es que ya, según el Publiscopio preelectoral autonómico de Castilla y León, elaborado entre el 1 y el 6 de marzo por el diario Público, el PP recibiría tres décimas MENOS de respaldo que en 2007, y el PSOE, 4.3 puntos MENOS. Por contra, conseguirían escaño autonómico IU (con un 6% de los votos, el doble que en 2007) y Unión, Progreso y Democracia (UPyD), con el 5,4%. El resultado sería un Parlamento más plural, en el que fraguarían más difícilmente pactos para desinformar.

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