La patronal no necesita despeinarse para que sus pretensiones las lleve a cabo el Gobierno del PSOE solapadamente... no, no solapadamente, sino a plena luz, aprovechándose de que los españoles son crédulos y no leen... o sí leen pero sin entender, sin un mínimo espíritu crítico: es más cómodo votar a los que nos venden y luego decir desde el sofá que no se puede evitar.
Y en el tema del sometimiento a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), igual que en otros muchos, no podemos descargar la tarea de denuncia en la oposición, puesto que la oposición de este país (la única oposición que con nuestro voto hemos querido tener), esa oposición está encantada de que la patronal prospere.
El presidente de los empresarios, Gerardo Díaz Ferrán, aseguró el 28 de agosto que "España no necesitaba subir impuestos", es decir, lo mismo que opinó el PSOE en junio cuando renunció a fiscalizar a los más ricos, pese a haberlo acordado con Izquierda Unida. En cambio, ese mismo mes, sí subió impuestos que no eran para nada progresivos: los Impuestos Especiales que gravan los carburantes y el tabaco y que son los que verdaderamente afectan a la clase media, pero a la clase media de verdad, no a ésa que cobra más de 60.000€/año y que es la que defienden Rajoy y Duran i Lleida.
El portavoz de CiU en el Congreso reprochó a Zapatero que durante una semana las familias hayan "tenido el corazón en un puño al pensar que iban a tener que pagar más impuestos". Zapatero tampoco es de los que saben muy bien qué es la clase media, porque dice haber "eliminado el Impuesto sobre el Patrimonio que perjudicaba a las clases medias". Sí, esas clases medias con patrimonio (exenta la vivienda habitual) superior a 108.182€.
Díaz Ferrán sí solicitó una reducción de las cotizaciones que las empresas pagan a la Seguridad Social para que sean competitivas en Europa. Pero de ser competitivos en carga fiscal no habló: la presión fiscal española -peso que tienen los ingresos por impuestos en el PIB- fue del 32,83% en 2008, cuando en la UE ronda el 41%, brecha que se amplió en el último año (en 2007, era el 37,08%) por las rebajas de impuestos "socialistas", que han llevado a que la presión fiscal sea incluso menor que en la era Aznar (33,91% sobre el PIB en 2000 y 33,92% en 2004). En esto no somos competitivos con Europa, Sr. Ferrán, porque muchos países del continente ya han puesto encima de la mesa la necesidad de elevar la presión fiscar para enfrentar los elevados déficits que ha traído la crisis.
Con los cuatro trimestres consecutivos de descenso del PIB, la contracción de nuestra economía alcanza ya el 4,2% en un año, una cifra nunca alcanzada desde que el Instituto Nacional de Estadística (INE) comenzó en 1970 a elaborar datos de Contabilidad Nacional.
Esta caída ha causado la pérdida de 1,36 millones de puestos de trabajo a tiempo completo en un año (-25,3% en la construcción, -12,8% en la industria). Fruto de ello, la remuneración de asalariados cayó globalmente un 2,6%.
Esto da idea del chollo que muchas empresas han encontrado en la crisis: despiden a parte de sus empleados, los que permanecen en la empresa cobran menos y hacen su trabajo más el que hacían los despedidos. UGT denunció el 28 de agosto que los trabajadores de la planta de componentes automovilísticos de Delphi en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona) trabajarán todos los sábados, pese a que está pendiente la aplicación de un ERE temporal para toda la plantilla de 424 empleados.
No es de extrañar, pues, el dato de que la productividad del trabajo creció en el segundo trimestre un 3,2%. Y no es de extrañar que necesitemos urgentemente adaptar a España y a la política económica el dicho del otro lado del Atlántico de que los demócratas acaban siempre practicando una política exterior más agresiva que los republicanos, algo, por cierto, de lo que Obama no va a ser una excepción, pues a su discurso de cambiar el enfoque imperial en América Latina ha seguido el acuerdo que pone 7 bases militares a su disposición en Colombia, un país con el segundo ejército en importancia de la zona y con muchos conflictos de los últimos años desencadenados por las fuerzas militares y paramilitares, como el último ataque en territorio ecuatoriano.
ACTUALIZACIÓN 1Sep09: Según la vicepresidenta Fernández de la Vega, España apoya las bases estadounidenses en Colombia. Si las apoya en nuestro territorio para vuelos secretos de la CIA, ¿cómo no va a hacerlo fuera de aquí?
Y en el tema del sometimiento a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), igual que en otros muchos, no podemos descargar la tarea de denuncia en la oposición, puesto que la oposición de este país (la única oposición que con nuestro voto hemos querido tener), esa oposición está encantada de que la patronal prospere.
El presidente de los empresarios, Gerardo Díaz Ferrán, aseguró el 28 de agosto que "España no necesitaba subir impuestos", es decir, lo mismo que opinó el PSOE en junio cuando renunció a fiscalizar a los más ricos, pese a haberlo acordado con Izquierda Unida. En cambio, ese mismo mes, sí subió impuestos que no eran para nada progresivos: los Impuestos Especiales que gravan los carburantes y el tabaco y que son los que verdaderamente afectan a la clase media, pero a la clase media de verdad, no a ésa que cobra más de 60.000€/año y que es la que defienden Rajoy y Duran i Lleida.
El portavoz de CiU en el Congreso reprochó a Zapatero que durante una semana las familias hayan "tenido el corazón en un puño al pensar que iban a tener que pagar más impuestos". Zapatero tampoco es de los que saben muy bien qué es la clase media, porque dice haber "eliminado el Impuesto sobre el Patrimonio que perjudicaba a las clases medias". Sí, esas clases medias con patrimonio (exenta la vivienda habitual) superior a 108.182€.
Díaz Ferrán sí solicitó una reducción de las cotizaciones que las empresas pagan a la Seguridad Social para que sean competitivas en Europa. Pero de ser competitivos en carga fiscal no habló: la presión fiscal española -peso que tienen los ingresos por impuestos en el PIB- fue del 32,83% en 2008, cuando en la UE ronda el 41%, brecha que se amplió en el último año (en 2007, era el 37,08%) por las rebajas de impuestos "socialistas", que han llevado a que la presión fiscal sea incluso menor que en la era Aznar (33,91% sobre el PIB en 2000 y 33,92% en 2004). En esto no somos competitivos con Europa, Sr. Ferrán, porque muchos países del continente ya han puesto encima de la mesa la necesidad de elevar la presión fiscar para enfrentar los elevados déficits que ha traído la crisis.
Con los cuatro trimestres consecutivos de descenso del PIB, la contracción de nuestra economía alcanza ya el 4,2% en un año, una cifra nunca alcanzada desde que el Instituto Nacional de Estadística (INE) comenzó en 1970 a elaborar datos de Contabilidad Nacional.
Esta caída ha causado la pérdida de 1,36 millones de puestos de trabajo a tiempo completo en un año (-25,3% en la construcción, -12,8% en la industria). Fruto de ello, la remuneración de asalariados cayó globalmente un 2,6%.
Esto da idea del chollo que muchas empresas han encontrado en la crisis: despiden a parte de sus empleados, los que permanecen en la empresa cobran menos y hacen su trabajo más el que hacían los despedidos. UGT denunció el 28 de agosto que los trabajadores de la planta de componentes automovilísticos de Delphi en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona) trabajarán todos los sábados, pese a que está pendiente la aplicación de un ERE temporal para toda la plantilla de 424 empleados.
No es de extrañar, pues, el dato de que la productividad del trabajo creció en el segundo trimestre un 3,2%. Y no es de extrañar que necesitemos urgentemente adaptar a España y a la política económica el dicho del otro lado del Atlántico de que los demócratas acaban siempre practicando una política exterior más agresiva que los republicanos, algo, por cierto, de lo que Obama no va a ser una excepción, pues a su discurso de cambiar el enfoque imperial en América Latina ha seguido el acuerdo que pone 7 bases militares a su disposición en Colombia, un país con el segundo ejército en importancia de la zona y con muchos conflictos de los últimos años desencadenados por las fuerzas militares y paramilitares, como el último ataque en territorio ecuatoriano.
ACTUALIZACIÓN 1Sep09: Según la vicepresidenta Fernández de la Vega, España apoya las bases estadounidenses en Colombia. Si las apoya en nuestro territorio para vuelos secretos de la CIA, ¿cómo no va a hacerlo fuera de aquí?
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