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05 julio 2009

Era predecible de qué lado estaría la Iglesia

La Organización de Estados Americanos (OEA) ha decidido suspender por unanimidad (33 votos) y por primera vez desde la firma de la Carta Democrática Interamericana en 2001, con efecto inmediato, la participación del Estado de Honduras en el organismo, una grave medida que sigue al golpe de Estado que tuvo lugar el pasado domingo 28 de junio y que mandó en avión a Costa Rica a Manuel Zelaya, presidente elegido democráticamente.

Previamente, el caudillo golpista Roberto Micheletti había renunciado a la organización tras reunirse con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y ante la previsible expulsión del país. "Se pretende imponer resoluciones unilaterales [...] irrespetando el principio de la igualdad soberana de los Estados, que es principio y pilar de la Carta de las Naciones Unidas", había dicho la vicecanciller del gobierno golpista, Marta Lorena Alvarado, al leer una carta dirigida a Insulza. Toda una llamada de atención a la comunidad internacional que, de vez en cuando, sí admite este argumento para dejar crímenes impunes. Recordemos que, aunque no es costumbre de la Fiscalía española presentar recursos en trámite de admisión, sí que se ha esmerado en hacerlo en la reciente causa abierta contra el Estado de Israel.

El presidente hondureño depuesto, que acudió a Washington para participar en la Asamblea General Extraordinaria de la OEA, reiteró, en su intervención ante la Asamblea, su intención de viajar hoy a Honduras para devolver la "paz" a su país. Zelaya advirtió que el "régimen del terror está vivo" en Honduras y "está operando", y aseguró que Honduras lleva soportando "seis días de represiones continuas" y "el pueblo está sufriendo y está angustiado".

En este sentido, para hacer este alzamiento más parecido a tantos otros alzamientos, la Iglesia Católica hondureña se pronunció ayer, transmitido por radio y televisión, a favor del gobierno golpista, tratando de excusar la violenta acción, indicando a la comunidad internacional "el derecho que tenemos de definir nuestro propio destino sin presiones unilaterales de cualquier tipo"; curiosamente, el mismo argumento de los militares.

Según los 11 obispos que integran la Conferencia Episcopal, "las instituciones del Estado democrático hondureño están en vigencia" y "sus ejecutorias en materia jurídico-legal han sido apegadas a derecho". "Los tres poderes del Estado están en vigor legal y democrático de acuerdo a la Constitución de la República de Honduras", subraya el comunicado leído por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Madariaga. Agrega que cuando Zelaya fue capturado por los militares "ya no se desempeñaba como presidente de la República". La Conferencia Episcopal dijo que la situación actual puede servir "para edificar y emprender un nuevo camino, una nueva Honduras" y que la confrontación que se está viendo "no debe servir para agudizar la violencia, sino para un nuevo punto de partida para el diálogo, el consenso y la reconciliación". ¿A qué nos suena esto a los españoles?

Mientras, los militares del gobierno de facto intensifican las medidas represivas contra las manifestaciones y bloquean el paso a las movilizaciones que intentan llegar a Tegucigalpa desde el interior del país. Es a lo que ayer mismo se refirió Zelaya en la Asamblea General cuando se preguntó que, "si permitimos que una persona armada ultraje a un presidente, entonces qué hará en la calle".

Después de la intervención de Zelaya tomó la palabra Cristina Fernández de Kirchner: "estoy aquí no sólo como presidenta sino también como parte de una generación que fue objeto de golpes en Latinoamérica". Por su parte, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, señaló que lo ocurrido en Tegucigalpa "no pertenece solamente a Honduras", dado que "la pesadilla al retorno de regímenes duros está latente" en muchos países de Latinoamérica.

La resolución de la OEA alienta a los Estados miembros y a las organizaciones internacionales que revisen sus relaciones con Honduras, lo que podría implicar sanciones de diferentes niveles y formas, económicas, políticas y diplomáticas, por parte de los países miembros de la OEA. Así mismo, instruye a Insulza que remita la resolución a los demás órganos del Sistema Interamericano y al secretario general de las Naciones Unidas.

Igualmente, en opinión del eurodiputado de Izquierda Unida, Willy Meyer, vicepresidente de la Asamblea birregional Unión Europea-América Latina, de visita en Tegucigalpa para evaluar la situación junto con otros eurodiputados de Unificación Democrática y del partido Liberal, si Honduras mantiene el "gobierno ilegal" de Roberto Micheletti debería quedar excluida del próximo acuerdo de asociación entre los Veintisiete y América Central.

"Cualquier solución pasa por el regreso de Zelaya y su restitución al frente de la Presidencia del país", indicó Meyer en una nota difundida en Bruselas.

1 comentario:

Oscar J. Camero dijo...

La Iglesia en el mundo parece de un sólo partido y tendencia. Saludos desde Venezuela.